Después de varios años donde la labor como maestro no era mi prioridad, pensaba que no tenía los conocimientos suficientes, no tenía la preparación y la paciencia para estar frente a grupo, además critique en su momento a los procesos educativos, y porque no decirlo, a algunos de mis profesores. Por diversas circunstancias vine a dar al CBTIS 110 de Durango desde febrero del 2001, al inicio tenía el temor de no cumplir con las expectativas de mis grupos.
Sabedor que el conocimiento de mi profesión lo tenía, Informática, dudaba de cómo iba a transmitir esos conocimientos, entonces el proceso se fue dado por sí solo, mediante la combinación de la experiencia, las buenas intenciones, la reproducción de técnicas didácticas vistas tanto en cursos de capacitación en el ámbito laboral como en la formación académica, fui salvando los obstáculos; sin embargo, no era suficiente.
Con el tiempo fui buscando mi crecimiento como docente, logré participar en cursos de capacitación en el área pedagógica, que me dieron más herramientas y seguridad para impartir las asignaturas que me fueron encomendadas. Ahora se presenta una oportunidad más de seguir desarrollándome, de adquirir nuevas herramientas de tener más elementos de referencia para mejorar en mi función.
Ahora bien, de nada sirve el participar en este tipo de cursos si en lo particular no aplico lo que aquí se procura enseñar, si no hago una reflexión a conciencia de mi realidad como docente, la realidad de mis grupos, conocer a conciencia el resultado del proceso de aprendizaje que procuro generar en el aula. Es fácil caer en la falacia de suponer que todo lo hago bien y a la primera, debo entender que es un proceso que es perfectible, que en ocasiones puedo fallar y a la vez poder mejorar y revertirlo.
Ser docente tiene un significado muy grande para mí, sé que puedo ser un ejemplo para mis alumnos para bien o para mal. Es una gran responsabilidad.
En esta actividad, las satisfacciones llegan más pronto que en otras, desde que los alumnos te reconocen y te respetan por lo que eres para ellos. Quizás en otras actividades lleguen muchas satisfacciones del tipo económico, pero el dinero como viene se va, pero el reconocimiento y respeto de los alumnos no tiene precio y llena más el corazón de nosotros.
De cierta manera podemos hacer una lista de los sinsabores que da esta labor, pero si hago un balance aún a pesar de todo las ganancias y satisfacciones son mayores.
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